Con el paso del tiempo, las persianas convencionales (las de tipo manual), se deterioran, pierden eficacia o sufren roturas en la correa.
Para remplazar ésta se debe hacer los siguiente:
1. Desmontar la tapa del cajón quitando los tornillos que la sujetan.
2. Enganchar la nueva correa al cilindro o torno de recogida de la persiana, que deberá permanecer totalmente enrollada. Para conseguirlo deberemos trabarla con algún objeto pequeño, como por ejemplo un corcho o una cuña. Convendrá comprobar también cómo está sujeta la correa al eje. Normalmente suele ir asegurada con tirafondos o un nudo en la parte superior. Si es así, la retiraremos con la ayuda de unas tijeras.
3. Desmontar la parte inferior del recogedor. Con un destornillador sacaremos el recogedor y soltaremos la cinta que queremos renovar. No será necesario desmontar el tambor de recogida; basta con desenroscar la correa totalmente y quitar el tornillo de tope.
4. Insertar la nueva correa. Seguiremos el mismo procedimiento que al desmontarla pero a la inversa. Es decir, comenzaremos por asegurar uno de sus extremos al cilindro de recogida por medio de un tornillo, tensaremos el muelle dando vueltas al cilindro y enroscaremos la correa en torno a él.
5. Atornillar el recogedor a la pared. En este momento hay que tener cuidado de que la cinta no se meta del todo, para lo que se puede colocar una pinza en el extremo que sobresale. Se saca entonces la cantidad de cinta necesaria para que llegue hasta el cajón de la persiana y se ata al carrete o cilindro. Hay que asegurarse de que el nudo quede totalmente pegado a éste.
6. Retirar los topes y colocar la tapa del cajón, cerciorándose previamente de que la nueva correa funciona a la perfección.
